Los primeros pasos de mi nuevo proyecto.
La última vez mencioné que te mostraría mi nuevo trabajo en imágenes. He tardado más de lo que esperaba. Tenía todo preparado y organizado: las ideas, los materiales, el taller. Solo faltaba que yo me pusiese manos a la obra.
– ¡Pues no!
He estado buscando y haciendo cualquier otra tarea pendiente para evitar entrar en el taller. ¿No te pasa, que hay ocasiones en las que la idea de emprender algo nuevo se vuelve aterradora?



En mi caso, me han empezado a invadir tales exigencias y expectativas, que estas han logrado paralizarme. Por suerte, en ese momento, alguien me dijo: “¡Entra ahí con tus miedos! ¡Equivócate!” Al escuchar esta maravillosa frase, me acordé de nuestro querido Cuervo (nuestro protagonista en mi última publicación: leer aquí) quien representa nuestros miedos, y entonces visualicé la imagen de los dos, yo y el Cuervo entrando juntos al taller, permitiendo que me acompañe en este nuevo proyecto.


En la vida, en general, decimos que de los errores se aprende. En el arte, en particular, y seguramente en cualquier otro campo, equivocarse puede ser muy enriquecedor. Es en el error donde se puede descubrir una nueva técnica. O puede aparecer una nueva idea.



La técnica que utilizo para estampar las telas se llama linograbado.
La idea es diseñar telas con mis imágenes. Y luego, con estas telas estampadas haré neceseres, estuches, bolsos y otras nuevas creaciones. Sorpresas que te iré contando según surjan en el taller a base de pruebas, ensayos y errores.
Por nuestro errores!
Blanca Gálvez
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